A ver qué pasa

Hola.

Tengo un dominio .com y una idea. Creo. 

No he salido en las listas de Forbes Under 30 y ya voy tarde.

He sufrido a jefes con la visión estratégica de una plancha de porexpán.

Desafortunadamente, mis padres no me regalaron una SL al cumplir los 18.

Mi plan es convertirme en un «sedentario digital». Por el camino, ganar mucho y trabajar poco.

Así que en estas estamos. Escribo estas líneas desde el dormitorio de niño. En el 19200, provincia de Guadalajara.

Ideas que descartamos

Me gusta hacer cosas. Normalmente con el ordenador. Que no impliquen mucha destreza física. Soy torpón.

También me gusta leer. La Wikipedia y mierda que encuentro por la internets. Libros leo menos. Debería mejorar eso. También dejar de fumar.

Me lleva apeteciendo unos meses montar «algo», signifique lo que sea.

Empecé montando un blog de cosmética y belleza con contenido de dudosa calidad que desde marzo de 2020 se ha posicionado notablemente bien en Google. Lo monetizo con afiliados y publicidad.

Da unos dineritos. Y me demuestra dos cosas:

• Se puede ganar dinero con un dominio y una idea.
• Internet está roto.

No comparto el enlace porque, de nuevo, el contenido es bazofia. La cosmética más sofisticada que tengo es el exfoliante facial del Lidl. Tampoco me gusta comprar. Además, este enlace valdría entre cero y nada para aumentar la autoridad del dominio.

Desde julio de 2020 a hoy, estoy tratando de reconvertir partes de ese sitio en un negocio rank and rent de venta de leads a negocios locales. Así reduzco la dependencia de Amazon y la tajada futura en las comisiones dolerá menos.

Aún es muy temprano para sacar conclusiones (me ha quedado bien el eufemismo para «Emilio, no ha entrado un jodido lead», ¿eh?). Pero las visualizaciones de la ficha de Google My Business van como un tiro.

Hasta aquí el contexto.

Ahora las ideas que he descartado hasta ahora.

1. Carnicería online: La logística en frío es un dolor de cabeza.
2. Ropita: Querido esposo estudió diseño de moda en el IED (sin ser jesuita). Pero la gestión de stock de productos con tallas me da pereza. La compra de materiales es cara. El proceso de diseño, confección y producción es muy largo.
3. App de batch cooking: Esta es una idea que me flipa porque me gusta mucho cocinar y todavía más leer El Comidista. Tú le dices a la app lo que quieres comer esta semana (3 pescados, 2 carnes, 5 verduras, por ejemplo) y te pinta el proceso (estilo el de este ingenierazo que descubrí por la Honos #71) para cocinar esas recetas en una tarde. Pero requiere de mucho mimo en el diseño. No tengo ni idea de programar y Airtable me suena a avión presidencial americano.

¡Qué inventen ellos!

ROMÁN: Inventen, pues, ellos y nosotros nos aprovecharemos de sus invenciones. Pues confío y espero en que estarás convencido, como yo lo estoy, de que la luz eléctrica alumbra aquí tan bien como allí donde se inventó.

SABINO: Acaso mejor.

El Pórtico del tiempo

El titulillo es un poco mi leitmotiv. Viene del beef que tuvieron Unamuno y Ortega y Gasset (¡Vaya menáge a trois!) a cerca de las razones del retraso de la ciencia y la tecnología en la España de principios del siglo XX.

Retorciendo el cliché, creo que el «¡Qué inventen ellos!» es la mejor forma de acercarse a los negocios. Nada original. Ya hay venture builders que producen copy cats de éxito.

Vale. Hasta aquí:

• Has leído más de 600 palabras.
• Has visto un vídeo de Mariano Rajoy.
• Has visto pantallazos de grafiquitos.
• Me las he dado de mariculta con una cita de Unamuno.

Y sigues sin saber de qué va esto de PuffyKitten.

Pues, chica, estás en el lugar correcto. Keep reading.

La idea

Tenemos un gato. Una gata. Catalina. Aunque creo que no la he llamado así en la vida. La llamamos más Rascayú (en desuso), Señora Yiyis o Yiyiglins.

Señora Yiyis, de incógnito (agosto, 2020)

Volvíamos en coche de nuestras vacaciones en Huelva. Paramos a desayunar unos molletitos con café en Almonte. Y leí la historia (vía la eCommPills #82) de un fulano de Misuri que vende más de 200.000 pavos al mes en... Hierba para gatos.

A querido esposo y a mi nos pareció una idea jodidamente genial. Vender “hierbas gateras” como si fuera marihuana. El producto lo tiene todo:

• No es perecedero.
• Pesa poco.
• Crece rápido.
• A todo internet le gustan los gatitos.

So here we are. Contándote cómo vamos a «crear, crecer y monetizar» (sic) PuffyKitten: una marca de marihuana para gatos. 100% orgánica. 100% segura para tu mimi. El plan es vendérsela a Amazon. Forrarnos. Y retirarnos a un sitio con playa.

También puede ser que Amazon nos fusile la idea –y quién soy yo para decir que no inventen otros– y cerremos.

O que ocurra una pandemia... Oh, wait!

A ver qué pasa

En mi vida he montado nada así, Hulio.

Hay «mucha plancha».

Pero hay un plan. Creo.

Lo próximo en lo que estamos trabajando es (el orden no es cronológico).

TL;DR: Solo queda todo.

• Comprar un dominio y un hosting.
• Contactar con proveedores de hierba para gatos.
• «Diseñar» el producto (cantidades, packaging, naming).
• Crear la marca: como ves es el theme gratuito de Shopify.
• Logística.
• Definir precios, canales de venta y promoción.
• No estaría mal que configurara Search Console.
• Conseguir la primera venta.

Ahora, tu parte. Puedes suscribirte desde el footer (abajo del todo) y así me ayudas a reducir los costes de adquisición cuando saque algo para vender. Especialmente si quieres a tu gato. También porque te aviso por email de que he publicado otro post de este estilo.

O puedes no hacerlo.

A ver qué pasa.